Los desengrasantes concentrados son una solución eficaz para las empresas que requieren remover grasas, aceites y residuos complicados sin multiplicar el costo por litro de producto almacenado y transportado.

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Al utilizar formulaciones concentradas logras un mayor poder de limpieza por dosificación, menor volumen de residuos plásticos y un ahorro logístico (siempre que se respeten las diluciones y la compatibilidad con la superficie).

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¿Qué es y para qué sirve un desengrasante concentrado?

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Un desengrasante concentrado se trata de una formulación con mayor proporción de tensoactivos y disolventes aptos para emulsificar y solubilizar las grasas.

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Este se diluye según la ficha técnica para obtener la concentración operativa correcta: con esto es posible ajustar el poder del producto, dependiendo del tipo de suciedad (que va desde suciedades ligeras hasta grasas pesadas) y minimiza el costo por uso.

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Diversos productos concentrados del catálogo de CiberQuim destacan en el mercado por su biodegradabilidad y rendimiento económico.

¿Dónde te conviene usarlos?

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Los desengrasantes concentrados son perfectos en talleres, plantas industriales, cocinas industriales y sitios de mantenimiento donde existe una acumulación de grasas minerales o vegetales.

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Por otro lado, son útiles también para el mantenimiento preventivo en líneas de producción; con menos producto y con los aplicadores adecuados (spray presurizado, cepillos o inmersión) mejoras la productividad y disminuyes los tiempos de paro.

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¿Cómo elegir tu desengrasante concentrado?

• Por tipo de grasa: los aceites vegetales y los residuos orgánicos necesitan de formulaciones neutras o alcalinas; los aceites minerales y los combustibles pudieran necesitar solventes determinados.
  
  
• Tipo de superficie: el acero inoxidable, el aluminio, el plástico y las superficies pintadas exigen pruebas de compatibilidad.
  
  
• Condiciones de uso: limpieza manual vs. limpieza automatizada, frecuencia de aplicación, etc.

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No olvides consultar siempre la ficha técnica y la hoja de seguridad para confirmar las diluciones y el EPP.

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Desengrasante concentrado: modo de uso en 3 pasos

1. Preparación: diluye en la proporción que se recomienda, en agua limpia (¡nunca improvises las concentraciones!).
   
   
2. Aplicación: humedece la superficie, deja actuar el tiempo de contacto que se indica y, si procede, frota con cepillo o paño.
   
   
3. Enjuague: asegúrate de enjuagar con suficiente agua si el protocolo lo pide. En áreas alimentarias, debes respetar las etapas de aclarado y secado. No olvides respetar la dosificación, ya que esto asegura la eficacia y evita que queden residuos que interfieran con desinfectantes posteriores.
   
   

Resultados que puedes esperar al usarlos en tu empresa

• Disminución del consumo total de productos desengrasantes.
• Menor tiempo de limpieza, debido a un mayor poder de remoción.
• Menor manipulación de envases, y menor costo logístico.
• Mejor rendimiento en procesos de desinfección, al eliminar la materia orgánica que inactiva los desinfectantes.